sábado, 31 de octubre de 2009

Ibiza: Hoteles y gastronomía

ALOJAMIENTO

La isla tadavía no tiene un Parador Nacional de Turismo, pero está en construcción. El primer parador que tendrá la Red en el archipiélago balear se ubicará en el Castillo de la Almudaina, que data del siglo XVIII y que se encuentra en el centro histórico de la ciudad de Ibiza, conocido como Dalt Vila y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El hotel contará con 72 habitaciones dobles, varias de ellas suites, así como diversas salas para reuniones y convenciones. También dispondrá de un gimnasio-spa y dos piscinas.Otros hoteles destacados son los siguientes:

-Ibiza Gran Hotel

Construido en 2007, ha sido diseñado con el objetivo de ofrecerle la máxima exclusividad, bienestar, descanso y confort. Se trata de un hotel de playa climatizado con 157 habitaciones y vestíbulo con servicio de salida y recepción 24 horas, además de caja fuerte, cambio de divisas, guardarropa, ascensor, quiosco, tiendas, casino, sala de juegos, 3 bares, cafetería, restaurante, instalaciones para conferencias, conexión a Internet, servicio de habitaciones y de lavandería, garaje para bicicletas, así como aparcamiento y garaje para coches.

El hotel dispone de un maravilloso spa y centro de salud donde podrá elegir entre diferentes tratamientos. Hay 4 especialidades diferentes: Open Fitness, Open Spa Experience, Open Aqua y Open Beauty. El centro cuenta con lo último en tecnología y un personal con experiencia. Todos estos servicios implican un cargo extra. Las instalaciones incluyen 2 piscinas, piscina spa, sauna, solárium, masajes y gimnasio.

-Mirador D'alt Vila
Situado en una posición privilegiada dentro de las murallas renacentistas pertenecientes a Dalt Vila y calificadas como Patrimonio de la Humanidad, el Hotel Mirador disfruta de vistas magníficas sobre la ciudad vieja, el puerto y el Mar Mediterráneo.

Lo que fue una casa familiar de estilo colonial fechada en 1905 se ha remodelado con gran estilo y elegancia, respetando la estructura original y adaptándose a las últimas tecnologías.

Se han utilizado en la decoración los mejores materiales como maderas, mármol, ónice. Mobiliario antiguo y otras antigüedades que evocan la elegancia del siglo pasado. Pinturas en las paredes para adornarlas con la sencillez del estilo ibicenco.

-Lux Isla
Hotel Luxisla, es una buena opción para unas relajadas vacaciones sin necesidad de aislarse. A tan sólo 1,5 km. de la ciudad de Ibiza, puede disfrutar de un lugar tranquilo y soleado a escasos metros de la playa de Talamanca, comunicada con el Puerto Deportivo y el casco antiguo a través de su paseo marítimo. Ofreciendo un extraordinario paisaje a cualquier hora del día.

Por su situación y su experiencia, apreciará lo más característico de la cultura y estilo de vida de la gente de Ibiza.: playas, restaurantes, bares, discotecas, parajes naturales, etc. en un ambiente sencillo y relajado. Con una amplia oferta turística y buenas comunicaciones con el resto de la isla.

-Los Molinos
Está situado directamente junto al mar con una bonita vista de la playa de Figueretes. Delante del hotel hay una pequeña playa de arena.

Está situado a unos 1500 metros de Playa d'en Bossa y al centro de la ciudad de Ibiza.

El hotel ofrece un ligero programa de animación con ping-pong, aerobic y música de baile con orquesta algunas veces en semana.


GASTRONOMÍA

Sin el placer que la gastronomía de Ibiza puede proporcionar al sentido del gusto, no puede concebirse la práctica de un turismo hedonista. Muchos de los restaurantes poseen un valor añadido que los hace mucho más atractivos que los de cualquier otro entorno turístico: su ubicación. Existen muy pocos lugares en el mundo que estén repletos de restaurantes deliciosos, en los que se puede comer con los pies descalzos sobre la arena, a la sombra de una muralla renacentista o en una romántica y escondida granja en mitad del campo.
Los ibicencos, además, sienten una auténtica devoción por los productos frescos y naturales. Antaño era imposible ver una casa de campo que no se autoabasteciera con su propia huerta, sus árboles frutales y su granja de animales. De hecho, todavía existen muchos hogares que mantienen esta tradición, puesto que la mayor afición de los pitiusos es disfrutar de la comida.
El mar, además, proporciona un surtido fabuloso de pescados y mariscos, que se pueden degustar nada más salir del mar y con pocos aditivos. Los bosques también ofrecen sorpresas inesperadas, como los deliciosos rovellones que proliferan a la sombra de los pinos o los espárragos verdes que crecen anárquicamente en los márgenes de los senderos.
Esta despensa surtida y exquisita, que oscila al compás de las estaciones y las lunas, ha originado una sabiduría culinaria que se ha ido transmitiendo de generación en generación y que llega aderezada de las distintas culturas que se han asentado en la isla en el transcurso de su existencia. El recetario ibicenco es rico en arroces, platos con ave o cordero, guisos, pescados horneados, repostería…
Esta tradición gastronómica es sin duda una herencia valiosísima que el Gobierno de Ibiza quiere proteger a toda costa, promocionándola entre las personas que visitan la isla y apoyando la producción de alimentos ecológicos y artesanos, que continúen suministrando materias primas exquisitas a los mercados, restaurantes y hoteles.
Cada vez son más las familias que se aventuran a convertir en negocio lo que hasta entonces era una afición o una fórmula de apego a la vida tradicional. En Ibiza se elaboran hoy en día numerosos productos gastronómicos que fusionan la tradición con los procesos modernos de elaboración. Aceites de oliva virgen extra, vinos blancos y tintos, licor de hierbas, quesos, embutidos, mermeladas, miel… Productos que, en definitiva, envasan sabiduría, tradición y un profundo respeto por la obra de la naturaleza.

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