sábado, 31 de octubre de 2009

Tarragona: Monumentos y Museos

Tarragona, ciudad catalana cuya totalidad de sus monumentos son de caracter romano , aunque tambien, encontramos otro tipos de arquitectura.

-El anfinteatro romano o el anfiteatro de TárracoEl anfiteatro de Tarraco era un gran espacio de espectáculos que se encuentra ubicado en un espacio extramuros de la ciudad, al lado del mar.

El terreno escogido para su edificación se encontraba muy cerca de una de las puertas de la ciudad, lo que lo hacía mucho más accesible.
Además, es el emplazamiento idóneo para ahorrar esfuerzos económicos ya que se aprovechó la fuerte pendiente para edificar buena parte de la cávea.

El edificio se ha deteriorado mucho con el paso del tiempo, pero aún nos permite conocer sus características.

Fue construido a principios del siglo II d. C. por un "flamen provinciae Hispaniae citerioris" (cargo religioso romano). Su forma es la de una elipsis de 130x102 metros que describe un área central (arena) donde se desarrollaban los juegos.

-El circo romano Entre el casco antiguo de la ciudad, plaza del Rei y el Anfiteatro romano(S. I d. C.).Fue a finales del siglo I y gracias al Emperador Domiciano que se construyó este edificio que fue destinado a las carreras de carros.

Gran parte del Circo romano está incorporado el museo pero queda una gran parte de su estructura que sigue siendo parte de tiendas y negocio del casco antiguo. Sus bases de mármol son compartidas por distintos locales comerciales.
*La terraza del edificio principal y algunas partes de este recinto están al aire libre.

-El pretorio En la plaza del Rei, justo al lado del Museo Nacional Arqueológico Nacional. Lo más memorable de éste fantástico edificio --históricamente hablando--, es que, siempre según la historia, es aquí donde nació "Poncio Pilatos", hijo del que por aquellos años era el Pretor de la Tarraco romana.

En la actualidad el Pretorio Romano forma parte del Museo Arqueológico Nacional de Tarragona. Alberga piezas romanas pero también piezas medievales--entre otras cosas este imponente edifio también fue usado como carcel durante la edad media--, pero no sólo.
También y durante la Edad Media fue la residencia de los reyes de Aragón y de los príncipes de Tarragona.
Durante ese periodo fue conocido como Palau del Rei, de ahí el nombre de la plaza en la que se encuentra. Entre las piezas importantes que alberga está el sarcófago de Hipólito.
Desde lo alto del Pretorio se puede admirar prácticamente toda Tarragona, desde la torre de la Catedral, buena parte del Circo Romano, el Anfiteatro Romano y la playa del Miracle; vale la pena subir hasta aquí. Se encontraba conectado con el Circo Romano y estaba formado por dos terrazas. Está situada dentro del casco antiguo de Tarragona y bastante cerca de la catedral.

Durante los siglos XIV al XVII existían en la ciudad numerosos talleres de curtido de pieles.
Este es el caso de la calle Sta. Anna conocida como la calle de los curtidores. El número 8 de esta calle acoge en la actualidad el Museo d'Art Modern de Tarragona.

Tarragona cuenta con una gran cantidad de museos dedicados a la antigua Tarraco.

-Museo nacional arqueológico (MNAT)El actual Museu Nacional Arqueològic de Tarragona se formó durante la primera mitad del siglo XIX, siendo, por tanto, el más antiguo de Cataluña en su especialidad.

Aunque algunas de las piezas que actualmente forman parte del Museo son conocidas ya desde los siglos XVI, XVII y XVIII (o incluso en épocas anteriores), la mayoría de sus fondos han sido recuperados en los últimos ciento cincuenta años como consecuencia de la construcción del puerto moderno y del extraordinario crecimiento urbanístico de la ciudad. Después de la pérdida o dispersión de las primeras colecciones de materiales arqueológicos, el precedente directo más antiguo es el "Museo de Antigüedades" creado en el seno de la Academia de Dibujo (que dependía de la Sociedad Económica de Amigos del País) e iniciado por Vicenç Roig alrededor de 1834-1837, que pasó a tener carácter público a partir de su traspaso a la Comisión Provincial de Monumentos, organismo oficial constituido en 1844. En 1849 se unieron en un mismo local este Museo y el que había ido formando desde 1844 la Sociedad Arqueológica Tarraconense con materielas procedentes en gran parte de los trabajos realizados en la cantera del puerto; en 1852 se publicó el primer catálogo del conjunto de las piezas expuestas en este museo. Debe destacarse, en la segunda mitad del siglo XIX, la obra de salvamiento y recuperación que llevó a cabo el primer director del Museo Arqueológico, Bonaventura Hernández Sanahuja, reflejada en el segundo catálogo publicado en 1894 por su sucesor Ángel del Arco y Molinero.

En 1853 el Museo pasó a ocupar unas dependencias del antiguo convento de Santo Domingo en la plaza de la Font, que poco después había de ser sede de la Diputación y del Ayuntamiento.

Después de toda una serie de inconvenientes y de dificultades, que provocaron cierres intermitentes, el Museo se consolidó definitivamente y permaneció instalado en el edificio de la plaza de la Font más de cien años.

En 1960 el material fue trasladado al edificio que ocupa actualmente, edificado como Museo de nueva planta, sobre un fragmento del lienzo de la muralla romana.

El Museu Nacional Arqueològic de Tarragona muestra en sus colecciones una clara vocación romanista. La importancia histórica y monumental de la ciudad de Tárraco y la problemática arqueológica urbana que comporta el yacimiento han orientado los esfuerzos investigadores del Museo hacia esa etapa histórica.

Los materiales proceden básicamente de los trabajos de urbanización privados y públicos, de los hallazgos casuales y de las aportaciones particulares, al menos hasta la tercera década del siglo XX. Esta tendencia cambiará substancialmente a partir de las excavaciones metódicas que Joan Serra i Vilaró llevara a cabo en el foro de la colonia y en la Necrópolis Paleocristiana (1926-1933). Después de un pequeño lapsus provocado por la guerra civil y la inmediata posguerra, la ciudad creció rapidamente -y de forma poco controlada- durante los años cincuenta y, sobre todo, durante los sesenta y buena parte de los setenta: esto hizo que los hallazgos fortuitos volvieran a ser mayoritarios, excepto algunas intervenciones en zonas muy concretas (anfiteatro, Centcelles, "Torre de Pilatos", Els Munts, la plaza d'en Rovellat, etc.). Desde 1987 y, especialmente, desde la creación del Servei d'Arqueologia de la Generalitat de Catalunya (1981), las intervenciones arqueológicas -programadas o de urgencia- son la fuente de ingreso más importante de nuestro Museo (al margen de las donaciones), con un aumento muy considerable de los depósitos procedentes de los principales monumentos y de otras zonas de interés de la ciudad y de sus alrededores (teatro, Casa del Mar, circo, Parc de la Ciutat, anfiteatro, calle de Vila-roma, calle de Pere Martell, etc).

El museo se ha convertido, así, en el centro de conservación y difusión de unos testimonios materiales que ilustran el proceso de romanización de la Península Ibérica y que, en definitiva, deben dar a conocer las formas de vida de este periodo.

En 1982 el MNAT pasó a depender, en cuanto a su gestión, del Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya. El MNAT gestiona los siguientes equipamientos: Museo Arqueológico, Museo y Necrópolis Paleocristianos (sección monográfica dedicada a la conservación in situ y a la difusión de este conjunto cementirial), el edificio de Servicios Centrales (donde se encuentran la Biblioteca especializada en historia y arqueologia clásica, los almacenes y los servicios técnicos) y los importantes conjuntos arqueológicos de las villas romanas de Centcelles (Constantí) y de Els Munts (Altafulla).

-Museo y necrópolis paleocristiana
El Museo y las Necrópolis paleocristianas contienen diversos objetos y obras de arte de este periodo, pudiendo ser apreciadas las instalaciones al aire libre de los restos de la necrópolis paleocristiana. Son apreciables las colecciones de ánforas y otros objetos cotidianos de la vida de la Tarraco romana y paleocristiana.

Entre 1923 y 1933 unas excavaciones arqueológicas dieron con el emplazamiento de un importante cementerio paleocristiano. Esta necrópolis fue utilizada desde la época de la dominación romana hasta el siglo VII. Se han encontrado diferentes tipos de enterramientos, paganos y cristianos, como sarcófagos, tumbas de ánfora, etc. La mayor parte de estos hallazgos se pueden contemplar en el Museo Arqueológico de Tarragona.

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