sábado, 31 de octubre de 2009

San Cristóbal de La Laguna: Datos generales y rutas

San Cristóbal de La Laguna, ubicada al noreste de la isla de Tenerife, es el verdadero nombre de la que fuera capital administrativa de la isla, tercera hoy en población –por rango y por habitantes– del Archipiélago Canario. Destaca por ser capital universitaria y eclesiástica de la provincia de Santa Cruz de Tenerife.

Declarada el 4 de diciembre de 1999 Bien Cultural y Patrimonio de la Humanidad por laUNESCO, La Laguna ha sabido conservar su historia, su arte y su tradición, ejemplo de ciudad colonial no fortificada, cuyo trazado original, del año 1500, permanece hoy intacto.

El urbanismo original de la América hispana tiene su matriz en esta ciudad tinerfeña fundada en 1497 por el Adelantado Don Alonso Fernández de Lugo. Concebida a la medida del hombre, supuso la materialización de una nueva concepción filosófica, profundamente humanista, que se adelantaría a los tiempos. Situada en la atalaya atlántica desde la que España abordaría su mayor gesta, ha sido el obligado nexo de dos culturas.
Porque así como transmitió a América sus propios bienes espirituales, también recibió de ella valores que contribuirían a nutrir su acusada personalidad.

Ha sido eje político, económico y social de Tenerife durante cuatro siglos, lo que se evidencia en el señorío austero de su arquitectura y la sobria belleza de sus monumentos, edificios públicos y numerosos templos.

Entre estos, son varios los que datan del siglo xvi: la Iglesia y Convento de San Agustín, desde el que partieron muchos de sus frailes agustinos acompañando a los conquistadores; la de Nuestra Señora de la Concepción; la actual Iglesia-Catedral, construida en 1913 en los aledaños de la derruida ermita de Santa María de la Expectación (construida por iniciativa del propio Fernández de Lugo) y consagrada a Nuestra Señora de los Remedios; el Real Santuario y ex Convento de San Francisco, donde se venera la hermosa imagen tallada –pertenece al gótico flamenco-brabanzón– del Santísimo Cristo de La Laguna, y la que fundara en 1522 el padre Mendoza, integrada al monasterio de Santo Domingo de Guzmán.

En todos ellos se conservan valiosos tesoros artísticos: tallas, obras de orfebrería y pintura de acreditadas firmas, como Carlos Acosta, Luján Pérez, Cristóbal Hernández de Quintana, o las más recientes de Mariano Cossío y Antonio González Suárez.

No menos representativos son algunos edificios civiles, como la singular Casa Salazar, del siglo xvii, muestra acabada del barroco canario que incorpora curiosos detalles como sus gárgolas zoomorfas, que evocan el prehispánico mexicano.
O los palacios de Nava y Lercaro, y el propio Ayuntamiento –que fue Cabildo–, proyectado por Ventura Rodríguez y cuya fachada neoclásica está revestida con aplacado de cantería azul.

Los indudables atractivos de esta ciudad modélica no se agotan en su hermosa apariencia externa. La cordialidad de sus gentes, la dulce cadencia de su acento, su antigua cultura de anfitriones, la presencia bulliciosa de los casi treinta mil estudiantes de su bicentenaria Universidad, la dotan de un espíritu entrañable de cuya calidez disfrutará el visitante. Le complacerá además descubrir su rica y afamada artesanía popular: calados, bordados, trabajos en madera y caña e instrumentos musicales, incluido su conocido timple.

El Atlántico nutre con sus mejores frutos la gastronomía lagunera, pero no la limita. Carnes de cerdo, conejo y cabrito a la brasa o en salmorejo, acompañadas de las clásicas papas arrugadas y con mojo rojo o verde, constituyen también buena parte de su variada oferta. Sin olvidar los escaldones de gofio ni las infinitas variantes en que se presenta el fruto más extendido en la isla, el plátano.

Todo se conjuga en San Cristóbal de La Laguna para que el viajero comience a añorarla en el mismo instante de su partida.

RUTAS

-Conjunto historico
Desde la Plaza del Adelantado comenzaremos la visita, donde podremos admirar edificios de Arquitectura Tradicional Canaria, -doméstica, institucional y religiosa- por calles tan populares como La Carrera, Herradores y San Agustín salpicadas de edificios diversos como:

la Ermita de San Miguel, Palacio de Nava y Grimón, Convento de Santa Catalina de Siena, Antiguo Colegio de las Dominicas, Antiguo Cabildo, Casa del Corregidor, Casa de la Alhóndiga, Casa de Alvarado Bracamonte, Convento de San Juan Bautista (M.M. Clarisas), Real Santuario del Santísimo Cristo, Casa Montañés, Casa Lercaro (Museo de Historia), Palacio Episcopal (Obispado), Ex-Convento de San Agustín, Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción y La Santa Iglesia Catedral; inmuebles que forman parte de un conjunto de más de seiscientos, la mayoría catalogados "Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento".

Todo ello dentro de un trazado declarado por la UNESCO Bien Cultural, Patrimonio de La Humanidad.

-Laguna-Bajamar-Punta de Hidalgo
Entre plazas, torres y espadañas se oye el bullicio de una ciudad universitaria, viva y joven que nos invita a disfrutar de su comercio tradicional y gastronomía.

Para que la mañana sea variada y perfecta qué mejor que dirigirnos a la costa y por la Avenida República Argentina nuestro destino no tiene pérdida, la vía nos lleva hasta Bajamar y Punta del Hidalgo que conservan el agradable sabor de la tradición pesquera y agrícola. Para disfrutar del mar, Bajamar y Punta del Hidalgo disponen de las más hermosas piscinas naturales, bañadas por el Océano Atlántico y rodeadas por el impresionante paisaje del Parque Rural de Anaga que constituye uno de los mayores tesoros biológicos de Canarias y del conjunto de las Macaronésicas. Su magnífico bosque de laurisilva, datado del Terciario, y la enorme biodiversidad botánica y zoológica que alberga, propician que Anaga sea comúnmente denominada con el sobrenombre, aunque reiterado no menos cierto, de fósil viviente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario